Cuando hablamos de colchones viscoelásticos o de viscoelástica no nos referimos al núcleo del colchón como si ocurre en el caso de los colchones de muelles, muelles ensacados, espumación o látex.
La viscoelástica está presente en el acolchado de los colchones o se combina con algún otro material para conformar el núcleo del colchón. La razón es que la visco es un material que no tiene la consistencia necesaria para soportar el peso del durmiente por sí solo. Se recomienda para durmientes con un índice de masa corporal inferior a 20.
La viscoelástica dota al colchón de una gran adaptabilidad. Acoge el cuerpo del durmiente sin ejercer presión sobre él, lo que facilita la circulación sanguínea. Es un tipo de espumación que destaca por su efecto memoria y su capacidad termorreguladora.
Se hunde al recibir el peso del durmiente para adaptarse a él; cuando se levanta, vuelve a recuperar su forma original. Además se adapta a la temperatura ambiente y al calor del cuerpo. De ahí, que no se recomienda este tipo de colchones a durmientes calurosos.
En el canal de Youtube de Colchones.es os hemos preparado un vídeo en el que se muestra el comportamiento de la viscoelástica. Cómo reacciona al cuerpo del durmiente y a la temperatura ambiente.
Existen en el mercado distintas calidades de viscoelástica. A mayor densidad mayor es la calidad del material y mayor también la adaptabilidad y suavidad del colchón. Los colchones con gruesas capas de viscoelástica ofrece una mayor sensación de acogida y son más calurosos.
No son aptos para durmientes con pesos elevados ni para durmientes muy calurosos.
A la hora de apoyar este tipo de colchones, es mejor hacerlo sobre bases transpirables. Los somieres de láminas, canapés con tapa laminada o bases rígidas microperforadas o tapizadas en tejido 3D.
A continuación te mostramos 3 colchones de Flex con acolchado viscoelástico, como ejemplos. Pero si quieres verlos todos pincha aquí.