La historia del colchón

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El colchón es una pieza almohadillada y flexible que se coloca sobre la cama y se utiliza para dormir. El colchón relleno de lana llegó a Europa tras las Cruzadas, cuando los europeos adoptaron la costumbre árabe de dormir sobre cojines. El nombre deriva del latín culcĭta, colcha, cobertura de cama.

Antiguamente, los colchones constaban de una funda rellena de materiales orgánicos como paja, lana, hojas, etc. que eran nido de pequeños insectos (ácaros, pulgas, chinches) por lo que había que ventilarlos y airearlos periódicamente. Los colchones de lana fueron populares en Europa hasta bien entrado el siglo XX.

En algunos países, existía la figura del colchonero que era un profesional que viajaba de pueblo en pueblo aireando, rellenando y ahuecando los colchones de lana.

A mediados de la década de 1850 se comenzaron a fabricar, todavía de forma artesanal, muelles cónicos que facilitaban su compresión vertical.

Uno de los colchones más populares en Estados Unidos fue lanzado en 1925 por el fabricante Zalmon Simmons y se denominó Beautyrest.

En el mercado existen y han existido distintos tipos de colchón, aquí os hablamos de los más conocidos:

Colchón de lana

Desde tiempo de las Cruzadas muy extendido por las colonias latinoamericanas hasta siglo XX. El colchón de lana fue la mejor solución para las clases populares. La elaboración de este tipo de colchón residía en formar primero las tapas con un material textil grueso y luego dividirlo en cámaras longitudinales de alrededor de 30 cm de diámetro.

La lana era lavada y se trataba con un especial cuidado en su proceso para posteriormente introducirla a cada una de las cámaras. El material con el que se realizaba este tipo de colchón se metía a presión hasta lograr un colchón con superficie semejante, de buena cualidad térmica.

El fin de este tipo de colchón llegó a finales de los años 70 en comunidades rurales latinoamericanas.

Colchón de plumas

Aún en la actualidad conservados por sus cualidades especiales flexo elásticas, especialmente por las plumas de ganso y de pato.

Las plumas de ganso dan una mayor seguridad térmica con respecto a otros colchones, así como sus cualidades de flexo elasticidad.

Estas plumas se recolectan mayoritariamente en mataderos de aves y en algunos casos en lugares para la crianza de estos animales a la espera de la muda del plumaje. Son colchones más caros de lo habitual.

Las plumas de gallina no presentan mejores condiciones que las de ganso y no tiene las cualidades descritas anteriormente.

Colchón de muelles

Es el más frecuente. Su núcleo consiste en una carcasa compuesta por muelles fabricados con alambre de hierro de un espesor de alrededor de dos milímetros.

Los colchones de muelles se fijan en la parte superior e inferior a una varilla de contorno de acero.

La carcasa se protege por razón de un manto de fibras a la que opcionalmente se puede añadir una plancha de espuma de poliuretano.

En las esquinas suele reforzarse con cantoneras para dotarlos de mayor durabilidad.

Sobre ella descansan las tapas compuestas por una tela de variado material que se forra con varias planchas de espuma de poliuretano o látex.

Tanto que el colchón tendrá más firmeza o no dependiendo del número y densidad de planchas que contenga.

Las platabandas laterales también se forran en la misma tela y se cosen a las tapas.En las platabandas, se insertan orificios que permitan la ventilación del aire durante la noche.

Independientemente de estas características, el colchón se puede robustecer añadiendo más material en algunas zonas.

Casualmente en el tercio lumbar y más ocasionalmente en la zona cervical y podal.

En los último años se han introducido nuevas tecnologías que han dado lugar colchones de muelles bonell o bicónicos, muelles doble offset o muelles ensacados como los de la foto de abajo.

Si quieres saber más sobre tipos de muelles, lee este artículo.

Colchón de látex

La composición de los colchones de látex se conforma desde un bloque de látex cubierto en una funda acolchada. Su obtención se consigue a través de un árbol abundante en Malasia conocido como Heveas Brasiliensis.

Su forma depende de los diferentes fabricantes. Se instalan orificios para la circulación del aire que se van distribuyendo en las zonas más confortantes del colchón. El látex se adapta fácilmente al cuerpo.

También se utiliza en ocasiones como reemplazo de las planchas de poliuretano de los colchones tradicionales dando una sensación mixta de relax.

El látex es de los materiales más adaptables y esa característica lo hace idóneo para ajustarlos con otro tipo de soportes o camas.

Existen varios tipos de látex de lo que depende la calidad del colchón.

• • Sintético. Obtenido a través de una formulación del látex

• • Mezcla. Con una variante de entre 20% – 50% de látex combinado con espuma. Desarrollan menos humedad y son menos pesados que el látex natural.
  • Natural. Es realmente natural cuando el 85% del material es de látex y el resto se reemplaza por otro tipo de material.

Latexco, el mayor productor de látex del mundo, ha conseguido lo que parecía imposible, fabricar una pastilla de látex natural 100%.

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Colchón de espuma viscoelástica

El material viscoelástico fue desplegado por la NASA con unas características únicas y transformadoras para apaciguar la presión del cuerpo.

Este material fue objeto de estudio desde los años sesenta, aunque fue ya en los noventa cuando se adaptó al uso doméstico.

Es muy importante aclarar que no hay «colchones viscoelásticos» sino colchones acolchados con viscoelástica. Es decir, un colchón no puede conformarse en su núcleo por visco; necesita HR-Espuma, látex, muelles o muelles ensacados en su núcleo como soporte.

Este tipo de colchón fue utilizado y de forma pionera, sobre todo, en hospitales, aunque su selección se ha ido generalizando y este tipo de material se encuentra ya en muchos hogares.

Como aspectos a destacar, su gran adaptación y su alto grado de consistencia.

Los colchones de espuma viscoelástica se componen de varias partes de densidad variable realizados con una espumación llamada de alta resilencia o HR (High Resilence), desde 18 kg/m³ en las gamas más básicas y llega hasta 90 kg/m³, dependiendo de la firmeza que desee el durmiente.

Esta solidez depende un poco del tipo de usuario por el que vaya a ser utilizado dicho colchón, siendo en este caso el colchón más blando o más duro.

Hay diferencias en los dos casos, si el colchón es muy blando la alineación de la columna puede ser perjudicial y si es muy duro, el material puede hacer que la ligereza del material desaparezca, además de que la ventilación sea nula ya que debido a esa alta densidad, el poro apenas está abierto para que circule correctamente el aire.

Es importante saber que:

• Colchón Viscoelástico + Base transpirable = Mayor firmeza. 
• Colchón Viscoelástico + Somier laminado = Mayor adaptabilidad.

Si quieres más información o ver vídeos sobre esta tecnología y los colchones acolchados con viscoelástica puedes encontrarla aquí.

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