En estos días en los que la pandemia del coronavirus COVID-19 marca nuestras vidas, se ha hablado mucho de la importancia de la vitamina D. En el post de hoy vamos a analizar qué nos aporta esta vitamina, cómo saber si tenemos déficit de vitamina D y cómo aumentar sus niveles. Además veremos cómo afecta la falta de vitamina D al sueño.
La vitamina D es uno de los nutrientes que nos ayuda a fortalecer y mantener sanos el sistema nervioso, el sistema muscular y el sistema inmunitario. De ahí la importancia de mantener la vitamina D en los niveles correctos.
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Beneficios y niveles correctos de vitamina D
Según la Asociación Médica Mundial, la vitamina D tiene una función muy importante a la hora de metabolizar el calcio y permitir que éste sea absorbido por los huesos. Además, es fundamental para la salud y el bienestar general de los seres humanos.
Esta asociación también da datos de los niveles normales de vitamina D que debemos tener en nuestro organismo. Estos niveles son 75-100 nmol/L (30-40 ng/ml). Por debajo de esos niveles, se considera que tenemos falta de vitamina D.
Para saber cuál es nuestro nivel de vitamina D necesitamos realizar un análisis de sangre. Pero, con la situación del COVID-19, debemos evitar acudir al médico para no saturar las consultas, ni correr riesgos de contagio. Entonces, ¿qué podemos hacer?
Cómo aumentar sus niveles
Las personas podemos adquirir vitamina D de tres formas: a través de la piel, la dieta y tomando suplementos vitamínicos.
Exponernos a la luz del Sol
La opción más adecuada y la que nos permite mantener buenos niveles de vitamina D es exponernos a la luz del Sol. La luz solar nos aporta la cantidad de vitamina D necesaria para nuestro organismo. Por tanto, debemos aprovechar los rayos de Sol para exponernos a ellos.
La luz del Sol hace que nuestro cuerpo genere naturalmente la vitamina D que necesita. Es importante saber que el exceso de exposición al Sol no genera más vitamina D, porque el cuerpo se autoregula y se genera la que necesita. Sin embargo, el exceso de Sol sí genera problemas en la piel, que pueden llegar a ser muy graves. El uso de cremas protectoras, hace que nuestro cuerpo no genere la cantidad necesaria de vitamina D. Por ello, debemos tomar el Sol sin cremas, pero por poco tiempo para no perjudicar nuestra piel.
Alimentos ricos en vitamina D
Otra de las formas que nos ayuda a aumentar en una pequeña cantidad nuestros niveles de vitamina D es incluir alimentos ricos en esta vitamina. Con la alimentación solo conseguimos entre un 10-15% de la cantidad que necesita nuestro cuerpo.
Entre los alimentos que nos aportan vitamina D encontramos: salmón, atún, caballa, hígado de ternera, lácteos (queso, leche con vitamina D, yogur con vitamina D), hongos, la yema del huevo, aceite de bacalao.
Suplementos vitamínicos
La tercera forma de aumentar los niveles de vitamina D es mediante suplementos vitamínicos. En estos casos, no debemos automedicarnos. Deben prescribirlos nuestro médico en función de nuestra necesidad. La razón es que la falta de vitamina D tiene riesgos para nuestra salud, pero también los tiene, el exceso de vitamina D.
Riesgos de la falta de vitamina D
El déficit de vitamina D está relacionado con problemas de crecimiento y un desarrollo insuficiente en niños. En adultos, la falta de vitamina D genera osteoporosis, mayor riesgo de caídas, fracturas y trastornos autoinmunes… además de problemas cardiovasculares, neurológicos y psiquiátricos. Los grupos de riesgo son los niños, embarazadas y ancianos.
Según un estudio publicado por “Journal of Clinical Sleep Medicine”, la falta de vitamina D puede causar somnolencia excesiva durante el día y dolor crónico, sin especificar. Esta somnolencia diurna provoca que el descanso nocturno sea poco reparador, porque se sufren muchos despertares o interrupciones del sueño, similares a los que sufren las personas con apnea del sueño.