El verano está a punto de acabar. Un verano distinto en el que no hemos podido disfrutar como nos gusta. Confiando en que esta pesadilla del coronavirus COVID-19 esté cerca de acabar, desde Colchones.es os hemos preparado este post alegre, para soñar con las cosas que podremos hacer cuando todo acabe. ¿Te imaginas cómo sería poder dormir en la playa? ¿Volver a viajar en avión? ¿Dormir en lugares originales?
Dormir siempre en el mismo sitio puede resultar muy aburrido. Y por eso, muchos sueñan con pasar alguna noche en algún lugar de película, donde se pueda dormir de forma divertida y original. Basta echarle un poco de imaginación. Lo más sorprendente es que, por descabellado que te pueda parecer en un primer momento, luego descubres que sí existe el lugar que buscabas. Si quieres conocer algunos, te invitamos a leer este post.
Índice de contenidos
Dormir en la playa
No lo vamos a negar, dormir en la playa es una experiencia muy placentera e idílica. Cerrar los ojos y escuchar la brisa del mar tiene un efecto mágico en nuestra salud, consigue que nos relajemos y nos transporta a los brazos del mismo dios del sueño, Morfeo.
Dormir en la playa de día
Para dormir en la playa de día, hay que tomar las mismas precauciones que cuando vamos a la playa a tomar el sol y alguna otra más. Lo mejor que puedes hacer si vas a dormir en la playa de día es hacerlo bajo la sombrilla, de lo contrario puede ser muy peligroso. Pero, si prefieres hacerlo sin sombrilla, evita tomar el sol al mediodía ya que los rayos UVA pueden perjudicar tu piel y, a la larga, tu salud.
Protégete del Sol
Tanto si vas a echar una cabezada debajo de la sombrilla y con más motivo si es directamente bajo el sol, hay que ponerse suficiente protector solar o fotoprotector. Aplícate el protector aproximadamente entre media hora o una hora antes de que vayas a exponer tu cuerpo a los rayos del Sol. El protector tarda un tiempo en ser absorbido por la piel y en hacer efecto.
Tenemos que proteger nuestros ojos, sobre todo si estamos durmiendo fuera de la sombrilla. Hay que asegurarse que usamos gafas de sol buenas que nos brinden la máxima cobertura de protección contra los rayos UVA y en caso de no tenerlas, ponernos una camiseta o toalla que cuide de nuestros ojos mientras dormimos.
Otro punto importante es que debemos mantenernos hidratados durante las horas de exposición al Sol. Hay que tomar mucha agua y/o frutas que sacien nuestra sed.
Ponte cómodo
Para dormir necesitamos estar cómodo. Nuestro consejo es que aplanes la superficie de la arena. Podemos hacerlo con las zapatillas o ayudarnos de alguna pala o algo parecido. Tampoco está mal descansar sobre un colchón hinchable.
Si te tumbas y estás muy cansado, quizás temas quedarte dormido, no lo dudes, ponte el despertador en el móvil o avisa a alguna persona para que te llame a determinada hora. Es muy peligroso quedarse dormido al Sol mucho tiempo.
Por último y no menos importante: ¿qué hacer con nuestras pertenencias? Lo ideal es que alguno de nuestros acompañantes se quede vigilándolas mientras nosotros dormimos, pero si vamos a dormir solos o todo el mundo va a dormir, lo mejor es que dejemos las cosas debajo de la toalla, sujetas o debajo de nuestro cuerpo, así se lo pondremos muy difícil a quien quiera robarnos.
Dormir en la playa de noche
¿A quién no le ha atraído alguna vez la idea de dormir en la playa de noche? Seguro que más de uno en algún momento de su vida lo ha hecho. Una fiesta en la playa que se ha alargado más horas de las previstas, un amor de verano, o sencillamente porque estamos de viaje con la mochila a cuestas y queremos ahorrarnos un dinero. Cualquier razón es válida para dormir observando las estrellas, a la misma vez que las olas del mar nos susurran una canción de cuna… ¡ay qué recuerdos!
Tened en cuenta que, más allá de lo idílico de la experiencia, en algunas playas pernoctar está prohibido y puede ser peligroso ya que pueden asaltarnos mientras dormimos.
Consejos a tener en cuenta en la playa de noche
En el blog Viajar sin destino encontrarás una serie de consejos para dormir en la playa de noche que vamos a resumir aquí junto con otras sugerencias:
- No olvidar que la mayoría de las playas realizan las tareas de mantenimiento durante la noche, con lo cual, tendremos que estar muy atentos, porque pueden atropellarnos.
- Por la noche en la arena suele haber restos de basura y suciedad que la gente ha ido acumulando durante el día. Usa una linterna para ver por donde pisas y así evitar cortarte los pies.
- Aunque estemos en verano, por la noche en las playas suele hacer bastante frío y humedad, sobre todo de madrugada. Es aconsejable que te lleves una sudadera, manta o hasta incluso un saco de dormir para proteger tu cuerpo del relente del frío.
- En cuanto al tema de proteger las pertenencias, que te recomendamos anteriormente. También debes tenerlo en cuenta. Unos sugieren enterrarla debajo de donde vayamos a dormir y otros que lo hagamos a un metro de distancia de dónde estamos situados, dejando alguna señal que nos haga luego reconocer dónde hemos ocultado nuestras cosas.
Dormir en un avión es posible
Algunas personas tienen la suerte, si están mínimamente cómodas, de poder dormir a pierna suelta en cualquier sitio y a cualquier hora que se lo propongan. Pero para los que no es así y no tenemos esa facilidad, algunas circunstancias como son la de ir volando a 10.000 metros de altitud, con ruido, luz artificial, fuera de horas nocturnas o fuera de una cama,… incrementan la dificultad de conciliar el sueño. En este post también os damos algunas claves y trucos para dormir en un avión.
Consejos para dormir en un avión
La revista de viajes traveler nos da algunas sugerencias al respecto para que, sin ir en clase preferente, nos parezcamos al niño de la foto. Los principales consejos son:
- Ropa cómoda: nos referimos a ropa de tejidos blandos como pantalones de chándal, camisetas, sudaderas, leggings, etc. Es decir, no nos vamos a poner el pijama, pero tampoco vamos a ir ceñidos, con el traje de chaqueta o con un vestido de fiesta. Este punto es muy importante: comodidad.
- Además es importante ir «como una cebolla», llevar varias capas. En los aviones, hay momentos en los que se pasa calor y otros en los que el aire acondicionado hace que «nos helemos de frío». Llevar un pañuelo o chal para el cuello es una buena idea también.
- El calzado: Si nuestro vuelo es de muchas horas, es posible que nuestros pies se hinchen y que requieran un poco de atención. Descalzarse durante el viaje es una opción para facilitar la circulación sanguínea. Para ello podemos llevar un par limpio de calcetines o una zapatillas blandas de las que se utilizan en lugares donde no se puede entrar con calzado de la calle y que son casi similares a las zapatillas de estar por casa.
- Mantita y almohada: podemos llevar una pequeña almohada de viaje para sujetar el cuello. También una mantita ligera nos arropará y será lo más parecido a estar «como en nuestra cama». Normalmente ambos elementos los suministra la propia aerolínea que opera el vuelo.
- La postura: «para gustos colores», dice el refrán. Quizás la que mejor se acomoda a nuestras preferencias es estar reclinados en el asiento y doblar ligeramente la cabeza hacia un lado.
- Tapones y antifaz: pueden ser de gran ayuda para conseguir dormir. El silencio en los aviones no es uno de sus fuertes, por ello, unos tapones para los oídos o ir escuchando una música suave y relajante nos puede inducir al sueño y minimizar los ruidos. Un antifaz que nos aísle de la luz puede ser otro complemento útil a poner en nuestro bolso de mano.
- Evitar el café, el té, las bebidas de cola y cualquier otra bebida estimulante antes y durante el vuelo para que las sustancias energizantes no hagan efecto en nuestro cuerpo. Al contrario de lo que podemos creer, tampoco es recomendable beber alcohol si queremos dormir.
- Beber agua para no deshidratarnos, hará más difícil conciliar el sueño. O tomar alguna infusión caliente como: manzanilla, tila, melisa, valeriana… Oler esencia de lavanda, etc. Os recomendamos la lectura de nuestro post remedios naturales para conciliar el sueño. Algunos alimentos como el pavo, el pan caliente, las almendras y el plátano por contribuir a relajar los músculos, también pueden ayudar. El zumo de apio, gracias al magnesio que lo compone, trabaja como un relajante natural, ayudándonos a dormir.
- Escoger asiento de ventanilla: si es posible elegir, este aspecto nos permitirá apoyar la cabeza en el hueco de la ventanilla, el resto de pasajeros nos molestarán menos al moverse y nuestros compañeros de asiento no nos interrumpirá el sueño si quieren salir al pasillo.
- Una dosis de paciencia y buen humor: es importante no engancharnos en nuestros pensamientos repetitivos del tipo «no puedo dormir», «ay que frío», «ay que calor», «cuanto ruido», «que aburrimiento», «llevo … horas sin pegar ojo», etc. Esto no favorecerá en absoluto que tengamos un vuelo agradable y que conciliemos el sueño.
Prevenir y evitar el Jet lag
Un largo vuelo en avión puede tener otras consecuencias además del viaje en sí. Si tras el viaje experimentamos insomnio, cansancio, confusión en la toma de decisiones o al hablar, fatiga, dolor de cabeza, mareos, malestar general, problemas digestivos como vómitos, diarrea o estreñimiento, irritabilidad, falta de memoria, apatía, etc. estamos padeciendo una de las consecuencias de volar, lo que se conoce con el nombre de «Jet lag» y que se produce cuando hacemos un vuelo largo debido a la descompensación horaria (se da en vuelos de más de dos horas).
Llamamos Jet lag al desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar en avión a largas distancias, a través de varias regiones horarias.
Consejos para el Jet lag
Cuando viajamos varios husos horarios, tanto al este como al oeste, el ciclo de luz-oscuridad y los horarios de nuestros hábitos diarios se trastocan. Para combatir el Jet lag, lo mejor es:
- Ir aclimatándonos al horario de nuestro destino con días de antelación. Así, si viajamos hacia el Oeste tendremos que ir levantándonos y acostándonos progresivamente más tarde los días previos al viaje. Mientras que si viajamos al Este, tendríamos que hacerlo al revés, siendo más madrugadores y acostándonos más temprano.
- El sol puede ser nuestro aliado a la hora de prevenir el Jet lag. Si viajamos hacia el Oeste tenemos que asegurarnos de que nos dé el sol tras la llegada durante la tarde y evitar la luz de la mañana. Al revés si viajamos hacia el Este, donde tendremos que asegurarnos que nos dé bien el sol a la mañana tras salir del avión y evitar el de la tarde.
- También es importante dormir bien antes de empezar el viaje y, una vez que ya hayamos llegado, fijar todos los horarios (comidas, cenas, sueños, etc…) al lugar en el que estés. Por mucho sueño que tengamos a plena mañana o por muy pocas ganas de dormir que tengas a medianoche, es esencial seguir esta rutina desde el principio para evitar el Jet lag.
- Tener en cuenta todos los consejos que os hemos dado antes relacionados con la alimentación e hidratación durante el vuelo.
- Tomar zumo de pomelo. Su buena reputación para evitar el Jet lag se debe a que estimula el hígado y hace que las toxinas – acumuladas por la falta de sueño, la alimentación deficiente, la deshidratación… – se liberen pronto, haciendo que el cuerpo se reponga más rápido del desgaste sufrido.
- Si el Jet lag ya ha hecho acto de presencia, algunos profesionales recomiendan un tratamiento farmacológico basado en melatonina, una hormona que liberamos durante la fase de oscuridad y que está implicada en la regulación de los ritmos circadianos, es decir, en los ciclos de luz-oscuridad a los que acoplamos los periodos de sueño y de vigilia y que son los que se ven alterados. Tomar medicamentos es una elección personal, en cualquier caso os recomendamos si decidís hacerlo, que sea el médico quién os valore y os lo recete, él es el experto.
Lugares originales donde dormir
En Colchones.es queremos recopilar algunos de esos lugares mágicos donde a uno le gustaría dormir cuando recuperemos nuestra normalidad. Dormir en lugares originales como estos puede ser una experiencia de lo más emocionante. ¿Quieres descubrirlos?
Dormir en una casa árbol
Vamos a lo más sencillo y que seguro que os ha venido a muchos a la cabeza. Dormir en un árbol, como en las películas de Tarzán, en una casita de madera de tronco, en medio de un precioso bosque, donde por la mañana se puede escuchar el sonido de los pájaros y por la noche contemplar las estrellas. Vivir en contacto con la naturaleza y sumido en la tranquilidad de la vida de los árboles es un placer que no tiene precio. Nos encantan estas habitaciones de Cabanes Dosrius en Barcelona que nos enseñan en Escapada Rural.
Dormir sobre el agua
Bajemos de los árboles y vayámonos al mundo acuático. Experimentemos la divertida experiencia de dormir sobre las aguas, escuchando el murmullo del mar mientras cerramos los ojos. Tiene que ser una delicia abrir los ojos por la mañana y ver el mar en calma, o recostarte sobre el sofá a charlar con el mar al fondo. Esta gozada se puede disfrutar en algunos sitios del Caribe, Centroamérica, la Polinesia francesa y Camboya, como vemos en la foto de Diario del Viajero.
Dormir bajo el agua
Algunos piensan que debajo del mar se vive y se duerme mucho mejor que arriba. Así que sumerjámonos en las profundidades y vayámonos al Hotel Poseidón en las Islas Fiji, donde uno se puede recostar a ver los peces desde la cama y escuchando el agradable sonido del mar mientras te relajas y disfrutas de un hotel moderno y lujoso. Una maravillosa experiencia para la que hay lista de espera y que obviamente no todos pueden permitirse. Lo hemos visto en Vanitatis.
Dormir en un faro
No nos vamos del mar y ahora, en lugar de casas arriba o abajo del agua, nos subimos a lo alto de un faro para vivir una experiencia exclusiva. Todos hemos oído hablar de faros que se han convertido en museos, pero un faro donde se puede dormir es algo completamente diferente. Tal como nos cuentan en Blog Turístico, en España tenemos dos faro-hoteles, El Far en Jafran, de Gerona, y el Faro Semáforo de Bares, en La Coruña. Dos verdaderas joyas históricas donde además podrás comer en terraza con una panorámica del mar insuperable.
Dormir en un iglú con jacuzzi
Si todo lo de antes te parecía cosa de niños, esto te gustará mucho más. Se trata de dormir en un pequeño iglú en el Iglú-hotel Grandvalira, situado en la zona esquiable más grande de los Pirineos. Los que vayan a disfrutar de este deporte tienen la opción de reservar uno de los dos iglús de este hotel, en el que además disponen de techo abierto para contemplar las estrellas mientras os dais un baño de hidromasaje a 36º. Puedes ver las fotos en la revista Hola.
Dormir en un teleférico a 2.700 metros de altura
Hace poco nos enteramos de esta iniciativa de Airbnb y Teleférico Saulire, que organizaron un concurso cuyo ganador tendría la oportunidad de dormir suspendido en una habitación-teleférico a más de 2.700 metros de altura sobre el punto más alto de Couchevel, en Les Trois Vallés, en plenos Alpes franceses. Una experiencia loca y sólo apta para quien no padezca de vértigo o tenga problemas del corazón. Experiencia, sin embargo, que aún no está al alcance de todo el mundo, por el momento. En Blogavista podemos ver algunas fotos.
Dormir en una cueva
Bajemos de las alturas al interior de la tierra. ¿Verdad que sería divertido dormir como los hombres de las cavernas? Si lo que buscas es un sitio donde dormir donde haya una temperatura agradable y al mismo tiempo natural, debemos ir a las casas-cueva. En el complejo Troglodita de Almagruz tienes la opción de dormir en una casa semi-enterrada dentro de una cueva, lo que ayuda a conseguir una temperatura muy fresquita durante los veranos más calurosos y calentita en invierno. En el blog de Con los Niños en la Mochila nos enseñan algunas fotos.
Dormir en un convento
Para los que quieran dormir como un monje, lejos del mundanal ruido, de la tecnología y de los lujos de los hoteles, existen muchas hospederías monásticas en España donde se puede reservar alojamiento y disfrutar de mucha paz, silencio y sosiego. Salvo el canto de los pájaros y el murmullo del canto gregoriano, no oirás nada que perturbe tu descanso. Se trata de una forma de dormir más sencilla y austera, también una manera de centrarse en tus propios pensamientos y disfrutar de la soledad. Si quieres disfrutar de un ambiente de verdadera calma y silencio, en el blog de Cadena Ser Viajes dan algunas sugerencias.
Dormir en un castillo
Quizás lo que quieres es dormir como un caballero medieval o una princesa. Entonces el sitio ideal para dormir es un castillo. Últimamente se han puesto muy de moda, ya que hay muchas casas rurales y hoteles que se han construido en castillos. Y siempre hace ilusión dormir en un sitio en el que durmieron caballeros de la Edad Media hace unos cuantos siglos. Aunque también castillos modernos y reformados. Son un espacio ideal para viajar con la pareja y hacerse la idea de que nos hemos introducido en un cuento. Nos encanta la fachada de este hotel zaragozano, que vemos en Weekendesk.
Si alguna vez has dormido en algún lugar muy original y diferente, te invitamos a que nos lo cuentes en los comentarios. También puedes compartir con nosotros cualquier otra sugerencia a través de nuestras redes sociales: estamos en el Facebook de Colchones.es y en nuestro Twitter @colchonesES.
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