En el mundo encontramos tres tipos de personas: las que se despiertan sin despertador o lo hacen antes de que suene, las que saltan de la cama nada más sonar la alarma o las que remolonean minutos, apagando el despertador y que vuelva a sonar 5 minutos más tarde. En el post de hoy analizamos el caso de estas última: ¿De qué sirve apagar el despertador y dormir 5 minutos más?
En términos de salud, lo ideal sería despertarnos por nosotros mismos, que nuestro cuerpo despierte sin ninguna alarma. El problema es que las obligaciones y nuestro ritmo de vida, hace casi imposible esta tarea. Comenzamos el día con el estrés que supone la alarma del despertador. No es un despertar natural.
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Dormir 5 minutos más
Para los remolones, es muy difícil saltar de la cama, nada más oír la alarma. Su cuerpo es incapaz de reaccionar de inmediato a este estímulo sonoro y la reacción es volver a poner el despertador para que suene cinco minutos más tarde. En los casos más extremos las repeticiones pueden llegar a producirse durante más de una hora.
¿Qué ocurre cuando la alarma se repite cada 5 minutos?
Según un estudio de la Universidad del Sueño, apagar el despertador y volver a programar la alarma 5 minutos más tarde, no es bueno para la salud. La razón es que cuando suena la alarma, nuestro sueño se interrumpe, independientemente de la fase del ciclo del sueño en el que nos encontremos. Si seguimos en la cama 5 minutos más, el ciclo vuelve a reiniciarse, para volver a interrumpirse a los pocos minutos, y así sucesivamente en función de las veces que se postergue el levantarnos.
Estas interrupciones tienen como resultado, que el descanso no sea reparador, aunque hayamos dormido muy bien durante la noche. Ir postergando el despertar, hace que nos sintamos cansados, menos despejados, con sensación de mareo. Por tanto, apagar el despertador y dormir 5 minutos más no es bueno para la salud.
En definitiva, programar varias alarmas para que suenen en pocos minutos de diferencia, confunde a nuestro cerebro que envía señales contradictorias a nuestro cuerpo. Cuando finalmente abandonamos la cama, la sensación es de no haber dormido bien y nos sentimos cansados. Cuantas más alarmas suenen la sensación de cansancio dura más tiempo.
Trucos que nos ayudan a despertar adecuadamente
Si eres de las personas que programa “mil” alarmas para que suenen, el consejo es que cambies este hábito. Cuando vayas a dormir, programa la alarma para el día siguiente contando esos cinco minutos de repetición. De este modo, obtendrás tus 5 minutos más de sueño y será más reparador.
Para aquellas personas que les cuesta despertar a la primera, también es muy útil, dormir con las persianas o cortinas ligeramente abiertas. De este modo, al entrar la luz solar, nuestro cuerpo y mente reciben el estímulo de que comienza un nuevo día y dan las órdenes correctas.
El sonido que elijas para despertar también influye. Los expertos aconsejan sonidos monótonos, música clásica, sin estridencias y cuyo volumen vaya en aumento poco a poco. De este modo se suaviza el estímulo sonoro y vamos despertando más suavemente. También son muy útiles los despertadores de luz, que van iluminando la habitación para enviar señales al cerebro.