Muchas veces no sabemos cuándo cambiar los elementos del equipo de descanso: colchón, almohadas, somier o base, funda. Sus materiales y mecanismos acaban deteriorándose con el tiempo y debemos saber en qué momento tenemos que renovarlos para que con el tiempo no nos perjudique a nuestra salud ni a nuestro descanso.
En este post aclaramos las dudas sobre cuándo cambiar los elementos del equipo de descanso: colchón, base, almohadas, ropa de cama. Además, os damos consejos de limpieza y mantenimiento para que estén en perfecto estado durante los años de vida útil.
Índice de contenidos
Vida útil del colchón
¿Qué tal si comenzamos por el elemento primordial? El colchón debemos cambiarlo cada diez años. Uno de los factores que nos dirá la necesidad de renovarlo es su firmeza, cuando notemos que el colchón se hunde, no soporta igual que siempre nuestro peso, nuestra espalda sufre, es tiempo de cambiarlo.
Mantenimiento y limpieza de los colchones
Uno de los aspectos que pueden influir para que los materiales se desgasten más rápido, es hacer un mal uso. Por lo que un buen mantenimiento, le dará más durabilidad.
Movimientos de giro y volteo del colchón
Es muy importante para conservar el colchón en buenas condiciones, airearlo, voltearlo y girarlo para evitar que se deforme. Estos movimientos son conveniente hacerlos cada tres meses. Los colchones fabricados para ser usados exclusivamente por una cara, como algunos de viscoelástica o de espuma y látex, sólo se girarán, y no hará falta voltearlos. Os dejamos un vídeo explicativo.
Limpieza y protección
La limpieza es muy importante porque es un producto que dura muchos años y hay que conservarlo en las máximas condiciones de higiene. Cada vez que nos levantemos es importante dejar la cama sin hacer para que el colchón se airee, con veinte minutos es suficiente antes de cubrirlo con las sábanas y edredones.
No es conveniente lavar con agua el colchón para que no se produzcan humedades, ni utilizar limpiezas en seco porque podríamos dañar los tejidos con los productos. Si queremos una limpieza profunda podemos usar un aspirador de forma suave, para eliminar el polvo que en él pueda depositarse; teniendo en cuenta que al aspirar sobre capas de acolchado compuestas de fibras o multicelulares, éstas se pueden romper y, al separarse, ser también extraídas junto al polvo.
Es muy aconsejable también, cubrir los colchones con protectores. Buscaremos uno que sea transpirable para que el aire circule de forma natural y no lo deteriore. Existen muchos modelos en el mercado dependiendo del tipo de colchón que queramos proteger.
Otro de los elementos que debemos de renovar son las fundas del colchón, ya que, con el tiempo pueden contener células muertas que no nos benefician en absoluto. Además, al renovarlas, estaremos favoreciendo al propio colchón.
La base de descanso
También tienes que evitar el desgaste de la base del colchón. Con el tiempo este tipo de elementos se deteriora y debemos cambiarlo por uno nuevo. Este elemento del equipo de descanso es el que tiene más durabilidad, aunque no podemos dejar de prestarle atención, ya que, es esencial que nuestro colchón se sustente en una base sólida. Si no está en buenas condiciones restará firmeza al colchón y acabará reduciendo la vida útil de éste.
Cambiar las almohadas
Con respecto a las almohadas, notaremos fácilmente cuándo debemos cambiarla. Por ejemplo si notamos que está desgastada y nuestra cabeza no se apoya de la misma forma, haciendo que tengamos dolores de cuello. Normalmente se cambia cada dos años.
El consejo de Colchones.es es cambiar una almohada cada dos años si está fabricada en espumaciones (viscoelástica, látex) y cada cinco años si la almohada es de fibra o microfibra. La razón de estos tiempos dispares, es que las almohadas de fibra son totalmente lavables y en las de espumación solo podemos lavar la funda.
Consejos para mantener las almohadas
Con el fin de que nuestras almohadas estén perfectas durante su vida útil (5 años para almohadas de fibra y 2 años para almohadas de espumación) es importante seguir unas sencillas instrucciones de uso y mantenimiento.
Como no todas las almohadas se pueden lavar, en Colchones.es os recomendamos siempre proteger el núcleo de la almohada (la almohada en sí) con una funda que la mantenga protegida del sudor, la saliva, la suciedad. Esta funda de almohada es conveniente que sea de tejidos transpirables e impermeables. La lavamos con frecuencia una o dos veces al mes, según la suciedad. Además, renovamos la funda cuando la notemos estropeada.
Además de proteger la almohada con una funda impermeable y transpirable. En el momento que notemos que nuestra almohada ha perdido sus propiedades (no recupera su forma original) o la sentimos incómoda, nos produce dolor de cervicales. Es el momento de cambiar una almohada.
Cómo lavar las almohadas de la cama
A continuación vemos algunos consejos para lavar las almohadas, según sean de espumación (viscoelástica o látex) o de fibra o microfibra. Siempre hay que seguir las instrucciones de uso y lavado que aparezcan en la etiqueta o haya proporcionado el fabricante o distribuidor. En Colchones.es, en cada ficha de productos explicamos las instrucciones de mantenimiento de esa almohada.
Lavar almohadas de viscoelástica
Las almohadas de viscoelástica son almohadas que se adaptan perfectamente y permiten que la cabeza, hombros y espalda reposen en posición correcta y saludable. Cuando se levanta el peso, la almohada vuelve a su posición original. Esta propiedad de efecto memoria desaparecería en caso de lavar la almohada de viscoelástica, por ello no se recomienda su lavado a máquina.
CÁTALOGO ALMOHADAS VISCOELÁSTICAS
En este tipo de almohadas viscoelásticas lo que lavamos con asiduidad será la funda protectora, pero no el núcleo. La viscoelástica si se moja en exceso pierde sus propiedades termorreguladoras y su efecto memoria. Además, no llega a secarse totalmente, por lo que la humedad concentrada en ella produce la aparición de ácaros, bacterias, microorganismos que la dañan y reducen su vida útil, que es de 2 años.
Lavar almohadas de látex
El látex es un tipo de espumación de gran calidad. Al igual que la viscoelástica tiene efecto memoria, pero es más transpirable que la visco. Por tanto, las almohadas de látex tampoco deben lavarse a máquina. Lavamos la funda protectora.
Las almohadas de látex son muy confortables y firmes. Se adaptan perfectamente y son muy cómodas para las cervicales. Además son muy resistentes, recuperan su forma y se mantiene perfectas con el tiempo.
COMPRAR ALMOHADAS DE LÁTEX
Hay algunos fabricantes que recomiendan lavar las almohadas de látex a mano. Usando un trapo ligeramente humedecido en una mezcla de agua y jabón neutro. Con el trapo perfectamente escurrido limpiamos cada zona de la almohada sin presionar, de forma suave y con movimientos circulares. Una vez limpia, con una toalla limpia secamos la almohada para eliminar la humedad. El siguiente paso es dejarla secar al aire. La colocamos sobre una superficie rígida, en un lugar seco y sin que la luz del sol le dé directamente. No debe escurrirse ni retorcerse para que no pierda sus propiedades.
Lavar almohadas de fibras o microfibras
Las almohadas de fibra o microfibras sí pueden lavarse por lo que su vida útil es mayor. Se recomienda cambiarlas cada 5 años. Para lavarlas seguimos las instrucciones del fabricante que nos indica si acepta el lavado a máquina o a mano.
VER ALMOHADAS DE FIBRAS
La fibra o microfibra acepta el lavado porque es un material totalmente natural. En caso de lavado a máquina se recomienda en un programa corto y a baja temperatura (máximo 30 grados).
Limpiar las sábanas y ropa de cama
Cambiar las sábanas a menudo es una cuestión de higiene. Y todos debemos tener claro que, por nuestra propia salud, este pequeño esfuerzo es algo que nos va a ayudar a dormir y vivir mejor. No tiene ni punto de comparación dormir sobre sábanas limpias que sobre sábanas que ya se han usado, están sucias, húmedas o huelen mal.
Lo que no todo el mundo tiene claro es cada cuánto hay que cambiar las sábanas. ¿Todos los días?, ¿cada 3 o 4 días?, ¿una vez a la semana?, ¿una vez cada 15 días? En este post vamos a tratar de dar un poco de luz sobre este tema para que puedas tener tus sábanas lo más limpias posibles.
Por qué es importante cambiar las sábanas
Como media pasamos unas 7-8 horas diarias tumbados en la cama. Durante esas horas, nuestro cuerpo pierde células de la piel (nos descamamos), perdemos cabello, transpiramos y el sudor impregna la ropa de cama. Todos estos procesos ensucian las sábanas, el colchón, la almohada… De ahí que sea importante limpiar y desinfectar todos los elementos del equipo de descanso. Cambiar las sábanas a menudo es muy importante por varias razones:
- Aunque intentemos evitar al máximo cualquier mancha, las sábanas pueden ensuciarse de muchas maneras: sudor, humedad, pelos, células muertas de la piel, bacterias, hongos, restos de crema y maquillaje, ácaros del polvo, fluidos bucales si tiendes a roncar y dormir con la boca abierta, sangre menstrual, esperma… hasta el calor generado por los rayos del sol puede provocar que las sábanas tengan mal olor.
- Si no limpiamos y desinfectamos correctamente las sábanas, con el uso diario su falta de higiene puede derivar en problemas de salud. Nos pueden salir eccemas en la piel, irritaciones que provocan picor y que impiden un sueño placentero y nos afectan en el día a día.
- La humedad y suciedad que se acumula en las sábanas con el uso continuado y la falta de higiene produce la aparición de ácaros, hongos, moho, bacterias que nos pueden provocar alergias, problemas respiratorios y enfermedades infecciosas. Además la falta de higiene debilita el sistema inmunitario.
- Por tanto, son muchas las razones de peso que justifican la limpieza y desinfección de las sábanas.
Visto desde este punto de vista, cambiar las sábanas debe ser algo que hagamos a menudo. No debe depender tanto de un período de tiempo fijo, sino del estado en el que se encuentran en ese momento. Por ejemplo, en verano, al transpirar más, es más conveniente lavar las sábanas más de una vez a la semana.
¿Cada cuánto hay que cambiar las sábanas?
Hay quienes deciden hacerlo una vez a la semana, o cada 3-4 días, lo justo para que te dé tiempo a lavar y secar las sábanas de repuesto. Otros prefieren cambiar las sábanas todos los días, especialmente durante el verano, que es cuando más calor hace y más se suda, por lo que es muy fácil que tanto la almohada como las sábanas tengan mal olor.
No hay una cantidad de tiempo claramente establecida que valga para cualquier persona, en cualquier época del año y cualquier situación. Fíjate en tus propias sábanas, si huelen bien o mal, si están secas o húmedas, si tienen un aspecto nuevo o desgastado… En función de estos aspectos, deberías lavar tus sábanas con suficiente frecuencia para que estén lo más limpias posibles y no abusar nunca de su uso.
Ten en cuenta también las circunstancias especiales. Por ejemplo, si has estado jugando con tu perro y luego te vas a la cama, es muy probable que traspases bacterias o pelo del animal a tu cama, y ésta esté más sucia de lo normal, por lo que a la mañana siguiente sería una buena idea cambiarlas en lugar de volver a dormir ahí.
Mantenimiento de tus sábanas: consejos de lavado y secado
Para lavar las sábanas, lo ideal es hacerlo en la lavadora con un programa de agua de entre 40 y 60º, lo que nos permitirá eliminar la suciedad y restos de bacterias y ácaros. Debemos tener también en cuenta las etiquetas que puedan llevar y recomendaciones de lavado, siendo la norma general hacerlo con el programa de prendas de algodón de tu lavadora.
Si lavamos con programas más fuertes, es posible que en algunos casos se estropeen las fibras, ya que es un tejido algo más delicado que las prendas convencionales.
En cuanto al secado de las sábanas, debemos esperar hasta que estén completamente secas para evitar dormir sobre sábanas húmedas. Las sábanas todavía húmedas pueden también desprender mal olor, por lo que no es recomendable utilizarlas todavía. Lo ideal es tenderlas al Sol para que se sequen más rápidamente. La luz del Sol ayuda a eliminar la humedad y los ácaros y bacterias.
Otra opción es secar tus sábanas en la secadora, si dispones de ésta. En este caso, lo mismo que con la lavadora. Es una prenda delicada, por lo que debes poner tu secadora al mínimo para evitar que los tejidos puedan estropearse por el exceso de calor.
Manchas de maquillaje
Todas nos hemos visto en la situación de llegar a casa después de una cena o una noche que se ha alargado más de la cuenta y enfrentarnos a la pereza infinita que supone desmaquillarnos ya que en ese momento de lo único que tenemos ganas es de meternos en la cama. Te damos algunos consejos para eliminar las manchas de maquillaje.
Reconozcamos, que en más de una ocasión esa pereza nos ha ganado la batalla y el maquillaje se ha quedado en nuestra cara y, por consiguiente, en nuestra almohada. Irse a la cama sin desmaquillarse es todo un atentado contra nuestra piel, los poros acaban obstruyéndose por la suciedad y el maquillaje y lo más probable es que a la mañana siguiente amanezcamos, además de con un aspecto horrible, con algún que otro molesto y antiestético granito que nos amargará el día.
Esas manchas difíciles de eliminar
A eso debemos añadirle las numerosas manchas y restregones que quedarán en nuestra almohada, los elementos que usamos para maquillarnos están compuestos por sustancias que resultan muy difíciles de eliminar, ceras, aceites y diferentes tintes que hacen que su lavado sea complicado, sobre todo si la funda de nuestra almohada es blanca.
Eliminar las manchas de maquillaje
Si actuamos con rapidez podemos evitar el desastre y conseguir que nuestro maquillaje no deje ni rastro en la almohada. Solo necesitamos los siguientes ingredientes y seguir estos sencillos pasos.
- Una esponja
- Detergente para lavado en seco
- Nuestro detergente de lavado habitual
- Blanqueador de oxigeno
- Agua caliente
Cómo eliminar las manchas:
- Humedece una esponja con un poco de detergente de lavado en seco y aplícalo sobre la mancha sin frotar, intentando eliminar la mayor cantidad de maquillaje posible y después seca la mancha.
- A continuación, vertimos sobre la mancha un poco de nuestro detergente habitual y esta vez sí que frotamos la tela de nuestra almohada, asegurándonos que el detergente penetra bien en el tejido.
- Lavamos la funda de la almohada en la lavadora utilizando un ciclo de agua caliente. Lo mejor es que no usemos la secadora para secar la prenda, sino que la dejemos secar al aire.
- Si tras este lavado las manchas no han desaparecido del todo, introduciremos la funda de almohada en un recipiente con ½ taza de blanqueador de oxígeno disuelto en un litro de agua caliente durante una hora.
- Finalmente repetimos el lavado con un ciclo de agua caliente.
Vencer a la pereza y desmaquillarse
Las manchas de maquillaje pueden convertirse en una auténtica pesadilla a la hora de intentar eliminarlas, así que, si queremos que nuestro lápiz de ojos y nuestra base de maquillaje no deje un recuerdo imborrable en nuestra ropa de cama, tenemos que concienciarnos de que, por mucho que nos cueste, debemos desmaquillarnos siempre antes de irnos a dormir.
Si por el contrario, el cansancio nos vence o por despiste no nos quitamos del todo bien el maquillaje y terminamos dejando alguna mancha en la funda de nuestra almohada, solo nos bastará con tener a mano los anteriores elementos y ponernos manos a la obra para eliminar las manchas.
Consejos para prevenir que tus sábanas se ensucien mucho
Incluso si es verano, lo recomendable es que durante el día coloques alguna colcha encima para proteger tus sábanas. Evita también poner los pies con calcetines en la cama, ya que estos pueden acumular suciedad de los zapatos. Y por supuesto evitar poner los zapatos en la cama.
Para evitar que las sábanas se humedezcan demasiado por el sudor, trata también de dormir a una temperatura adecuada. Abre la ventana y utiliza un ventilador, en caso de que no puedas utilizar un aire acondicionado para mantener la temperatura del dormitorio entre 23º y 25º. Dormir cuando hace mucho calor puede provocar que sudemos más, que las fundas de almohada y las sábanas se humedezcan más de sudor y que tengan mal olor.
¿Debo lavar también los edredones y colchas?
Debemos tener muy en cuenta también que no todos los textiles de cama se manchan con la misma facilidad. Los edredones y colchas suelen durar limpios más que las sábanas, ya que están fabricados en tejidos mucho más rugosos, por lo que no se suelen ensuciar tanto.
Por ejemplo, si somos cuidadosos y evitamos poner zapatos y calcetines encima del edredón. El edredón se puede mantener en muy buenas condiciones y no hace falta lavarlo tan a menudo. Basta con sacudirlo bien y lavarlo cada varios meses, o incluso un par de veces al año. Podemos pasar un cepillo para eliminar restos de suciedad. En este post os damos consejos de Cómo lavar los nórdicos según sean de fibra, pluma, plumón. No olvidéis antes de lavarlo, consultar la etiqueta con las instrucciones de lavado que da el fabricante.
Estos consejos hacen referencia al lavado del relleno nórdico. Si este relleno lo protegemos con una funda, entonces esta funda es conveniente lavarla al igual que lavamos las sábanas. Sobre todo, los durmientes que prescinden de la sábana superior y duermen con su cuerpo en contacto directo con el edredón. En este caso, la funda se considera sábana, y como tal debemos lavarla con la misma frecuencia que éstas.
Además, aunque no se laven con tanta asiduidad como las sábanas. Es conveniente que una vez a la semana, aprovechando cuando lavemos las sábanas, pongamos a a airear las colchas, rellenos nórdicos, mantas. De este modo, se elimina la humedad que hay en ellos y reducimos la presencia de bacterias y ácaros.
Limpieza y desinfección del dormitorio
Al igual que limpiamos y desinfectamos la ropa de cama, también es imprescindible mantener el dormitorio libre de polvo. Os recomendamos todas las mañanas, nada más levantarnos, airear la habitación. Podemos aprovechar mientras desayunamos para dejar abiertas las ventanas, aprovechar para que se renueve el aire y penetre la luz del Sol. De este modo se evita la proliferación de ácaros y bacterias. A la hora de limpiar, es mejor aspirar que barrer, porque levantamos menos polvo.
Como veis es fundamental cambiar los elementos del equipo de descanso, considerando que su envejecimiento y deterioro puede provocarnos dolores de espalda y de cuello. Lo que a larga puede derivar en problemas graves de salud y dificultad para tener un buen descanso. En Colchones.es te podemos ayudar a elegir los nuevos modelos para que tu sueño sea reparador, llama al teléfono gratuito 900.701.086, de lunes a viernes de 8 a 20 horas y te asesoramos.
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