El café siempre se ha asociado a problemas de insomnio. Sin embargo, hay personas que pueden beber un café solo después de la cena y duermen como lirones. Hay otras, que toman un cortado después de comer y pasan una mala noche. En el post de hoy vamos a hablar del café y descanso: los efectos del café en el descanso.
La razón de que el café quite el sueño está en la cafeína. Esta bebida no es la única que posee este componente. Lo encontramos también en algunas infusiones, en refrescos de cola y energéticos, en el chocolate, en pasteles, dulces, helados… Estos alimentos y bebidas también pueden dificultar el sueño a las personas más sensibles a la cafeína.
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La cafeína en nuestro cuerpo
Somos muchos los que recurrimos al café para comenzar el día con energía. Su ingesta, gracias a la cafeína nos da impulso y nos revitaliza. La razón es que la elevada dosis de cafeína presente en el café tiene un efecto revitalizante de hasta 6 horas en nuestro organismo. En consecuencia, el café no es el que interfiere en el sueño, sino que la verdadera culpable es la cafeína que contiene.
Según las investigaciones, este efecto de mantenernos alertas se observa casi inmediatamente. A los 15 minutos de haber bebido el café. Este es un dato importante para saber cuándo tomar café sin que nos afecte al sueño.
Cuándo tomar café
Un estudio científico de la Escuela de Medicina de Harvard asegura que el café no afecta a la calidad del sueño. Pero la mayoría de los profesionales médicos lo desaconsejan a determinadas horas, porque sí consideran que afecta a la calidad del descanso.
Retomando el dato de los 15 minutos que tarda la cafeína en hacer efecto, son muchos los expertos que señalan que lo ideal, si no queremos que el café nos desvele, es tomarlo justo antes de ir a dormir o de echarnos una siesta. Si logramos dormirnos antes de esos 15 minutos, el sueño no se ve afectado. En caso contrario, según estudios científicos, el café retrasaría el sueño hasta en 40 minutos.
Café y descanso: Siesta y café
A este respecto, destacamos la investigación “100 Days to a Young Brain” en la que se habla de los beneficios de tomar un café justo antes de la siesta. Al despertarnos del pequeño descanso (siestas de 15 o 20 minutos) nos sentiremos más alertas. La razón es que la cafeína acelera la eliminación de la adenosina (molécula que controla del estado de alerta o cansancio de nuestro cuerpo). Al eliminar adenosina, nos sentimos menos cansados, más llenos de energía y más alertas. Por tanto la combinación de cafeína y la siesta nos permite activarnos más rápidamente y recuperar más energía.
Las mejores horas para tomar café
Los médicos recomiendan no abusar en exceso del café. Como todo en la vida, el exceso no es bueno. Además, es mejor ingerir café a primeras horas del día y como muy tarde hasta las 17 horas, si nuestra hora de ir a dormir es a las 23 horas. Estas horas van en concordancia con las 6 horas que permanece la cafeína en nuestro cuerpo.
En consecuencia, el consejo es tomar un café como muy tarde seis horas antes de irnos a dormir. Y si a medio día nos encontramos muy cansados, lo mejor es justo antes de echarnos la siesta, tomarnos un café. Nos levantaremos como nuevos.
Estos son consejos generales, pero cada persona es un mundo y la cafeína no afecta por igual a todos. Por ello, debemos cada uno dosificar la cafeína y evitarla en la medida que notamos que nos afecte al descanso.