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¿Cómo es un buen colchón para nuestra salud?

Pasamos sobre un colchón una media de 7 horas diarias, lo que puede suponer más de 200.000 horas a lo largo de toda nuestra vida. Una buena razón para elegir un buen colchón, ¿no crees?

Sabemos que elegir un buen colchón para nuestra salud puede ser una tarea complicada. En Colchones.es queremos ayudarte a acertar por eso hemos preparado esta guía que esperamos te sirva en tu elección de un buen colchón para tu salud. En el post de hoy os resumimos los puntos más importantes.

Si vas a comprar un colchón es muy probable que te surjan un montón de preguntas al respecto.

Éstas pueden ser del tipo: es mejor que sea de muelles o espumación, el acolchado es más confortable de viscoelástica o de látex, qué firmeza me irá mejor, etc. Sobre todo, porque cada uno buscamos el colchón que mejor se ajusta a nuestras necesidades, y éstas están basadas en un buen descanso y en nuestra salud principalmente.

Tener un buen descanso es primordial para nuestra salud, y a veces no somos del todo conscientes de ello.

Si el colchón es confortable y nos proporciona un descanso reparador durante la noche, no sólo nuestro cuerpo físico lo notará y agradecerá, sino que influirá directamente en el día que vamos a tener.

Nuestro estado de ánimo y humor son mucho mejores, y nuestra actitud y calidad de vida también.

Qué debemos saber a la hora de elegir un colchón

En Colchones.es hemos diseñado una guía para ayudarte a tomar la decisión en la compra de tus colchones y bases (somier, base tapizada o canapé).

 Trabajamos con los mejores fabricantes de España y somos la tienda con mayor número de marcas a la venta. Nuestro objetivo es que encuentres el equipo de descanso que es más saludable para ti y los tuyos.

Existen muchos factores que se deben tener en cuenta: el peso, la altura, si dormimos solos o acompañados, la firmeza deseada, los materiales, nuestra postura al dormir, la edad de los durmientes, la frecuencia de uso del colchón, estilo de vida, si sufrimos alguna dolencia específica o enfermedad, etc.

Los españoles somos los europeos que más alargamos la vida del colchón, siendo ésta aproximadamente de 12,6 años. Dos años y medio más de lo recomendado que es entorno a 10 años.

Como nos indica Asocama (la Asociación Española de la Cama), un colchón puede estar dañado en su interior mucho antes de que su aspecto externo lo delate y el producto deja de atender al calificativo de confortable y de garantizar buenas condiciones para el descanso y la salud del durmiente.

Pero más de la mitad de los españoles (un 68%) cambian de equipo de descanso sólo cuando el desgaste externo, las roturas y la alteración visible es evidente.

Tanto médicos como fabricantes están de acuerdo que es un reflejo de una falta de cultura de sueño, es decir, que no reconocemos la importancia de un buen colchón para mantener una buena salud de la espalda. 

La superficie de descanso para una buena salud ha de ser firme, homogénea y adaptable en su soporte (muelles, bloque de látex o bloque de espuma), y cómoda y mullida en sus acolchados.

Firme: La firmeza va a depender de las características (peso, dolencias,…) y edad del durmiente. La columna vertebral no debe coger posturas extrañas cuando dormimos (efecto hamaca). Debe mantenerse en su postura natural para que no sufra.

Los médicos especialistas en espalda recomiendan optar por un colchón de firmeza media (ni duro ni blando), donde el cuerpo descanse y la columna se sustente al tiempo que el colchón se adapte a  las curvas de la espalda.

Esta elección variará si el durmiente es un niño o adolescente, para los que se recomienda una firmeza mayor (por ejemplo 4 sobre 6) debido a su crecimiento y formación de la estructura, o si es una persona mayor o con problema musculares su cuerpo descansará mejor en una firmeza menor (2-3 sobre 6).

En la tabla que os he preparado, podemos ver la relación firmeza con el tipo de durmiente indicado:

 – Homogénea: Ha de mantener el apoyo en toda la superficie del cuerpo (no debe tener hundimientos, ni huecos grandes).

Adaptable: El cuerpo humano no es una tabla rasa, sino que está lleno de curvas, a las que un buen colchón debe adaptarse.

Además del colchón es muy importante que revisemos la base sobre la que se apoya, ya que si está en malas condiciones o no es la adecuada puede anular los efectos de un buen colchón, además de contribuir al deterioro prematuro del mismo.

Tipos de colchones y diferencias según los materiales

En el mercado existen una gran variedad de colchones según el material y materiales que lo forman.

Si nos fijamos en su núcleo encontramos colchones de látex, de muelles, muelles ensacados y colchones de espumación (HR, Airvex y Bultex) principalmente. También se habla de colchones viscoelásticos, pero en este caso no hace referencia al núcleo.

  • Los colchones de viscoelástica: Este tipo de material no lo encontramos en el núcleo sino en el acolchado. Se caracteriza por la acogida que realiza del cuerpo del durmiente. Se adapta a éste y evita los puntos de presión, lo que proporciona una mayor independencia de lechos. Su buena adaptabilidad y elevado confort ayuda a mantener la columna bien alineada. Son ideales para durmientes frioleros ya que se adapta al cuerpo pero sin generar la sensación de hundimiento. Un ejemplo es el colchón Roler 3.0. de Colchones.es

  • Los colchones de látex: los colchones que cuentan con látex en su núcleo se caracterizan por ser los que más sensación de “adaptabilidad” provocan. Además tienen gran capacidad de elasticidad y reducción de puntos de presión. Son ideales para los que les gusta dormir en colchones de firmeza baja. Son perfectos para somieres articulados. Gracias a las cualidades del látex, estos colchones requieren de una base específica transpirable, de lo contrario podrían deteriorarse en poco tiempo. Un ejemplo es nuestro colchón Latex Natural de Descansor.

    • Los colchones de muelles: estos colchones son los más frescos de todos. Gracias a los huecos que hay entre los propios muelles del colchón se aumenta la transpiración y la ventilación, lo que los hace idóneos para personas calurosas. Son colchones muy resistentes y perfectos para personas de mucho peso. También están recomendados para camas infantiles y juveniles o para cunas de bebés debido a su firmeza para el correcto desarrollo de la columna.
  • Los colchones de muelles ensacados: se caracterizan porque el núcleo está formado por saquitos unidos entre sí, que contienen, cada uno, un muelle. Esta cualidad proporciona independencia de lechos a los durmientes, y una acogida gradual del cuerpo. Son transpirables, higiénicos y firmes. Su atributo fundamental es la adaptabilidad, ocasionada gracias a que cada muelle de forma independiente flexiona más o menos según la presión que se ejerza encima. Ideales para colchones de pareja al no notar el movimiento del otro. Un ejemplo es el colchón Prisma de Sonpura.

  • Los Colchones de espumación: aquí nos encontramos con espumación HR, Airvex y Bultex. Los Colchones de espumación HR cuentan con una gran adaptabilidad y firmeza, pero su transpiración es reducida. Por tanto, no son adecuados para zonas o habitaciones con alta humedad o personas muy calurosas. Normalmente cuentan con un acolchado de látex o viscoelástica. Un ejemplo es el colchón visco 4 con funda lisa de Descansor
  • Los colchones Bultex son la espumación más avanzada del mercado. Está desarrollada por Pikolín. Tienen gran transpiración, permeabilidad y elasticidad, lo que hace que evitemos los movimientos de los durmientes. Un ejemplo es el colchón de Bultex Draco, del Grupo Pikolin.

Si necesitamos un colchón para una cama articulada por motivos de salud, debemos saber que no todos los colchones se pueden articular.

Algunos materiales como los muelles tradicionales de hilo continuo o bonell bicónico no son adecuados para camas articuladas, ya que el muelle sufre y acabará rompiéndose.

Por tanto, hemos de adquirir colchones de núcleos que puedan doblarse sin que sufra el material. Estos serán principalmente dos: colchones de látex y los colchones de espumación HR.

Las camas o somieres articulados necesitan colchones que sean de materiales flexibles y resistentes para que puedan soportar bien la «articulación» y adaptarse correctamente a la base que lo soporta.

Igual que Hipócrates nos decía «haz de tu alimento tu medicamento», nosotros queremos hacer un símil diciendo «haz de tu colchón tu medicamento».

Como ya hemos mencionado, pasamos mucho tiempo sobre un colchón, tanto como para tener en cuenta su elección, mantenimiento y renovación cuando sea necesario.

Muchos dolores de espalda se pueden prevenir con el uso de un buen colchón, así como otros dolores musculares, además de «descansar o no descansar» con todas las consecuencias que esto puede tener sobre nuestra salud física, emocional y mental.

No está de más también comentar que un canapé de esquinas redondeadas nos evitará golpes en nuestros pies cuando nos movamos por la habitación… y es que una base «saludable» para nuestro colchón ¡también es importante!

Si te queda alguna duda o si quieres consultarnos algo, por favor, llama al teléfono gratuito 900.701.086 y te atenderemos con gusto. O deja un comentario en este post.

Ver Comentarios (3)

  • ¿Es mejor un colchón de espuma para problemas relacionados con la columna vertebral?

    • Cualquier colchón adaptable es bueno si hay problemas en la espalda. Saludos.

  • ¡Buen artículo!
    Desde que mi pareja y yo compramos un colchón de viscoelástica, nuestros problemas lumbares desaparecieron por completo, por lo que estamos muy satisfechos.
    Un saludo.

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