Cuando hablamos de profundidad de un colchón, nos referimos al grueso de éste. Es el término que utilizan los fabricantes para hablar del grosor o altura del colchón. En este post te explicamos qué aporta la profundidad de un colchón y qué lo determina.
En el mercado encontramos colchones de distintas profundidades, grosores. Por normativa legal, se considera colchón a la pieza que tenga como mínimo 17 cm de grosor. Las profundidades inferiores corresponden a otras nomenclaturas como: colchoncillos, colchonetas, toppers…
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¿Qué determina la profundidad de un colchón?
El grosor de un colchón viene determinado por el núcleo y las capas de acolchado que acompañan a este bloque central. Por tanto, a mayor altura del núcleo y mayor número de capas de acolchado, mayor grosor o profundidad del colchón.
Hay que aclarar que el grosor no determina la firmeza de un colchón. Así, encontramos colchones de un grosor fino, que sí son firmes y también, colchones de una gran profundidad que no son tan firmes. La razón es que la firmeza la determina el núcleo del colchón y la calidad y densidad de sus materiales. A mayor densidad, mayor firmeza. A mayor altura del muelle y mayor diámetro, mayor firmeza.
La profundidad del colchón tiene mucho más que ver con la adaptabilidad del mismo. Así, la profundidad también hace referencia a la capacidad de un colchón de absorber el peso del durmiente, sin hundirse en exceso.
Un colchón con buena profundidad para dormir de lado
Cuando nos acostamos en un colchón, las diferentes capas flexionan de forma diferente, según la presión a las que son sometidas. Vemos que hay capas que se deforman más que otras, para así acoger el cuerpo, las curvas del cuerpo y las zonas de mayor peso. De este modo, a mayor profundidad, el colchón tiene más capacidad de responder adecuadamente al durmiente, adaptándose a su peso.
Los durmientes cuya posición de descanso es dormir de lado es conveniente que reposen sobre colchones con buena profundidad (grosor). La razón es que con esta profundidad, todas las capas flexionan en proporción al peso soportado (mayor peso, mayor flexión), así las zonas de más peso como caderas y hombros apoyan correctamente en el colchón. Es importante que la espalda permanezca alineada, para ello todo el lateral de nuestro cuerpo debe apoyar sobre el colchón. Esto solo se consigue en colchones con buena profundidad.
En la imagen siguiente vemos como la flexión correcta de los colchones con buena profundidad (el de la izquierda) permite dormir con la espalda en posición correcta. Si los colchones no tienen buena profundidad se hunden en exceso (derecha) o no son adaptables, no flexionan (centro).
Si al dormir de lado, no se apoyan (hunden) la cadera y hombro en el colchón, el descanso no es reparador. Nos levantaremos contracturados, con dolores musculares. Podemos llegar a sufrir hematomas en la zona, porque no está fluyendo correctamente la sangre. Por tanto, repetimos, para las personas que duermen de lado es fundamental que el colchón cuente con un núcleo y acolchados que flexionen bien y se adapten al cuerpo del durmiente. Esto se consigue cuanto mayor es el grosor del colchón. En este caso serían recomendables colchones de 30 cm o más. Este tipo de grosores son más típicos en colchones con núcleo de muelles o muelles ensacados o de espumaciones de gran calidad. Los colchones de látex son más finos, menos profundos.
Si necesitas ayuda para elegir la profundidad del colchón que más se adapte a tu postura de sueño, no dudes en contactar con nuestro equipo de expertos en descanso. Te atienden en el teléfono gratuito 900.701.086, de lunes a viernes de 8 a 20 horas. También te puede interesar ampliar información con este post anterior en el que hablamos del grosor adecuado de un colchón.